Ponerte una de nuestras máscaras con vampiros te convierte por unos momentos en aquello que más tememos, y dominando lo que tememos, adquirimos el poder de sobrepasarlo y asomarnos a lo que se esconde detrás.
Atrévete a convertirte en lo que eres cuando te despojas de todo lo que la sociedad juzga cuando te mira de arriba abajo; sin expresión, sin ira, sin miedo, sin pena. Quizá por eso nos den tanto miedo estos blanquecinos y pétreos rostros, porque no podemos leer nada de lo que se esconde en su interior, y quizá por eso mismo nos fascinan tanto, porque representan lo que muchos de nosotros, en nuestro más profundo interior, deseamos ser.
Con estas caretas te convertirás en el heredero de todos aquellos que, desde la más remota antigüedad, se dieron cuenta del verdadero significado del símbolo del vampiro y lo llevaron con el orgullo de no ser uno más, de saber que siempre hay algo más allá.